martes, 24 de abril de 2012

…a quién le gusta pagar impuestos?


A nadie le gusta pagar impuestos, pero “es el precio que pagamos para vivir en una sociedad civilizada” (Oliver Wendell H.). ¿Son realmente malos los impuestos? Naturalmente, podríamos sugerir que no es así. Pigou (1928) sostuvo que con el fin de determinar el nivel óptimo del gasto público, se debe considerar el efecto distorsionador de aumentar los impuestos, dado que dicho efecto genera una pérdida de bienestar. Sin embargo, también se debe considerar el efecto inverso, es decir,  el de disminuirlos. 

Algunas de las actuales corrientes en materia de políticas públicas en algunos países de América Latina (AL), nos hacen recordar aquellas políticas implementadas en los 60s y 70s. Por cierto, es muy fácil que la “opinión pública” esté de acuerdo con estas medidas que aparentemente nos favorecen en primera instancia. Cuidado!, tal vez en materia de impuestos pueda ocurrir algo similar. El hecho de  que los que tienen paguen más impuestos es probablemente uno de los temas que hoy se vuelve a revisar. Mardones (2010), en su estudio “Estrategia Robin Hood en Chile: Distribución e Incidencia”, concluye que al incrementar los impuestos a los sectores económicos altos, los efectos en el bienestar del país no se modifican sustantivamente, es decir es una estrategia ineficiente para mejorar la equidad. Queda entonces repensar si ello es posible en economías en donde el sistema impositivo esta ligeramente “desactualizado”.

Pero para no dejar eso en el aire. Es difícil en un contexto como en el que atraviesa la economía mundial responder con si o con un no rotundo. Lo cierto es que en AL los impuestos tienen historias tan peculiares como muy genéricas. Sin embargo, la pregunta fundamental es ¿qué y cómo lo hacemos? nuevamente la respuesta clásica y no bien querida es ¡depende!, siempre depende. Por ejemplo, en Chile se discute la eliminación de una parte del impuesto a los combustibles, ya que se esa parte del impuesto se origino hace tiempo y que según el objetivo de su creación, ya no debería de existir. En Perú se discute también la derogación de algunas exoneraciones tributarias que se dieron con el fin de beneficiar a la ciudadanía de la zona amazónica, sólo por algunos años, pero hasta hoy es complicado el sólo hecho de discutir públicamente su derogación.

¿Porqué depende?, depende porque cada país tiene diferentes estructuras tributarias y las actividades económicas por más parecidas que sean, son ligeramente “muy” diferentes. Queda responder en cada país, y con cada impuesto a través de un análisis de los resultados de las variaciones que se quieran hacer. Por tanto, es imprescindible generar esos documentos, que basados en una adecuada política tengan un uso y acción pertinente. Al parecer aquí nos queda mucho tiempo y trabajo para lograr ello. Seamos testarudos y pongamos la atención en que las cosas se hagan como se deben, y no como les gustaría a algunos gobernantes y políticos desinformados de nuestros países.

4 comentarios:

  1. Rodrigo Coronado Vigueras24 de abril de 2012, 11:55

    Edgar, mucho gusto. Parto de tu punto de la necesidad de generar los análisis específicos y pertinentes para opinar que esto es juntamente lo que me parece no se ha hecho en el intento actual (abril de 2012) de reforma tributaria en Chile. ¿Estamos hablando de lo mismo? Lo que creo es que este gobierno, por vocación autocrática, por falta de ganas, por cálculo político o por lo que sea, está presentando una propuesta a mi parecer timorata, pero por sobre todo generada en el secretismo del centro de gobierno actual. Creo debió hacerse con debate amplio e informado. Ojala esta propuesta actual sea aprobada y ojala deje terreno fértil para una discusión convocadora y profunda sobre la reforma tributaria que necesitamos.

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  2. Estimado Rodrigo, efectivamente trato de abordar esa problemática, que por cierto esta ampliamente estudiada para Chile. Sin embargo, aparentemente hay dos grandes problemas, uno esta relacionado con el "desorden" del sistema tributario chileno, debido a la existencia de muchos mecanismos que son usados para eludir impuestos y que solo "benefician" a los que pueden pagar por un "asesoramiento" en materia tributaria.

    El otro tema es cómo se aborda el problema de inequidad, y como bien refieres, la idea es que se discuta en forma abierta y mesurada, pero cuidadosamente analizada. Aquí hay que tener mucho cuidado pues, en los estudios que existen no hay consenso en sus recomendaciones y conclusiones, pero ello debido a una serie de razones, principalmente de tipo metodológico y temporal que, pueden ser fácilmente superados. Detrás de este tema, no hay que olvidar, el hecho de cómo afectaría determinadas medidas a "toda" la población chilena.

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  3. Hola. Yo agregaría otro elemento y es que la evasión ha estado aumentado sustancialmente en Chile, pasó de 8% en 2006 a 16% en 2009 (medida por la evasión del IVA), presumiendo que esté en un 15 al 2011. Una reforma en un contexto de creciente evasión es menos productiva, incluso en el margen puede motivar mayor evasión. Resta ver como se llega a un consenso inicial..Fredy

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  4. Estimado amigo, concuerdo en que las medidas a implementarse, tienen que ser cuidadosamente definidas y aplicadas. En Chile, el problema de evasión es menos importante que la elusión (que también debe abordarse, con una fuerte y dirigida fiscalización). Considerando los datos que maneja OCDE y el Banco Mundial, en todo caso, es el más bajo en AL. Por ello, es fundamental reordenar el sistema tributario, y hacerlo más fuerte en el sentido de que no existan vacios (y beneficios creados para incentivar ciertas actividades económicas) y que éstos sean "aprovechados" en contra del Fisco, y que al final resulte que proporcionalmente los que tienen más paguen menos impuestos.

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