miércoles, 14 de diciembre de 2011

Generación de Valor Público desde la Sociedad Civil:Taller de Acción Comunitaria, “Un Espacio de Realidades y Sueños”

Pilar Correa Vega, Voluntaria TAC,
Historiadora PUCV, MGPP 2012, Universidad de Chile.

El Valor Público, entendido en sus múltiples dimensiones, implica el beneficio generado para los ciudadanos, respondiendo a sus intereses, aspiraciones y valoraciones; acordes a los requerimientos y necesidades de ella, como lo indica Moore (1995) en Gestión Estratégica y Creación de Valor en el Sector Público.

¿Es posible generar este Valor desde la propia ciudadanía, a partir de organizaciones de la sociedad Civil?, creo que sí, un claro ejemplo lo representa el Taller de Acción Comunitaria, TacCordillera, institución con 23 años de vida que da evidencia la posibilidad de generar valor desde la sociedad Civil. En el año 1988 se inaugura en el cerro Cordillera de Valparaíso, estamos hablando de un año relevante en nuestro país, el año del plebiscito que permitió por la vía democrática terminar con la dictadura militar.

En  este complejo escenario, comienza la apuesta de un grupo de profesionales que buscan a partir de la propia comunidad, generar espacios de encuentro y de recuperación de espacios, tangibles e intangibles. Los profesionales deciden ubicarse en un basural, una locura para muchos, para otros  una gran oportunidad, y comienza el sueño, niños, jóvenes y vecinos se dan la tarea de su limpieza llegando a instalar una plaza, huertos de cultivo y un anfiteatro.
Y hasta ahora  ¿qué tiene que ver con nuestra pregunta inicial? La respuesta está en que el trabajo  respondió a las necesidades de toda una comunidad, que sumo a diversos actores de la sociedad civil, sin importar su tendencia política o su creencia religiosa. Existía una necesidad ¿limpiar una quebrada?, no participar junto al otro, mirarse la cara y reencontrarse, luego de 16 años de dictadura.

El trabajo fue participativo, niños, jóvenes y adultos son parte del diseño de la plaza y el anfiteatro, luego  de su implementación, evaluando constantemente si se respondía a los requerimientos de la comunidad. Miles de niños crecieron bajo un estilo de trabajo, miles de voluntarios se sumaron a esta gran tarea, ¡¡pura participación ciudadana¡¡, ¡¡puro valor publico¡¡

Hoy luego de dos décadas, Tac, desarrolla líneas de acción centrada principalmente en educación no formal, junto a 9 escuelas municipales, en medio ambiente, identidad local, arte y cultura, recuperación de espacios públicos, prevención y ciudadanía. Los participantes son actores claves en ellas y quienes generan propuestas de mejoramiento.

Centrado en el trabajo voluntario, Tac ha recibido reconocimientos nacionales e internacionales, como el Premio Nacional de Medio Ambiente (2004),  siendo aún  más relevante la legitimación y reconocimiento de la comunidad, la que construye su  hacer e integra a sus prácticas cotidianas,  las prácticas de Tac.

¿Es posible generar este Valor desde la propia ciudadanía, a partir de organizaciones de la sociedad Civil?, claro que si es posible, Tac cumple a todas sus necesidades y más aún mejora la calidad de vida, construyendo espacios solidarios y democráticos.

Pérdida de oportunidad para generar participación ciudadana en la política pública, breve mirada a una situación de Chile

Luis Hernán Aránguiz Cabrera,
Administrador Público, Universidad de Chile
MGPP, promoción 2009
Encargado Sistema Integral de Atención Ciudadana, en Servicio Médico Legal, dependiente del Ministerio de Justicia.

La emergencia de una matriz de problemáticas sociales nuevas y de carácter más complejo, transversal e incierto, que merma la capacidad del Estado para proveer soluciones eficaces a problemas públicos, introduce la necesidad de abandonar el modelo secuencial de producción de política pública, que es más bien lineal, y probar fórmulas de inclusión de nuevos actores al circuito de toma de decisiones a fin de lograr mayor legitimidad de la acción gubernamental, sobre todo en aquellas materias que son política o socialmente controversiales, o que requieren una alta expertise técnica.

En Chile, desde el retorno a la democracia (1990 en adelante), la figura de los consejos consultivos o asesores presidenciales, ha operado como un mecanismo de inclusión en los asuntos públicos, de actores externos al gobierno, bajo el ideario de posibilitar una mejoría de la acción gubernativa. Áreas como educación, previsión, derechos humanos, infancia, equidad y otros han generado soporte al diseño e implementación de política pública bajo esta fórmula inclusiva.


Sin embargo, esta forma-mecanismo de producción de política pública, ha abierto un espacio preferente a technopols (expertos de la política), y de menor alcance a los actores de la sociedad civil, organizada y no organizada. Este hecho, ha significado una pérdida de oportunidad y mejora para la participación ciudadana y para un sistema político que vive una crisis de representatividad, cristalizada en una baja valoración de instituciones políticas tradicionales como son el poder ejecutivo, legislativo, y los partidos políticos (Adimark,Noviembre 2011), junto a una creciente contestación social, hechos que se evidencian no solo en Chile sino que también en otros países de Latinoamérica (Latinobarometro 2011:48).


La clase política parece perderse en el camino, evidenciando un hecho que bien podría afectar su existencia. Sigue desoyendo la voz ciudadana e imposibilitando una mayor inclusión de esta en la solución de los problemas públicos, para lograr no solo una mejoría en la acción de gobierno sino que, además, revitalizar la política a través del establecimiento de una confianza mutua que nazca del ejercicio adecuado de la relación Estado-sociedad civil.  Por el contrario, ha apostado por una reconfiguración de su poder, apegándose a visiones técnicas de su gusto y conveniencia, e instrumentalizando el anhelo participativo con espacios débiles y transitorios, que solo permiten la opinión social pero no posibilitan la deliberación ciudadana o su incidencia final en la definición de la política pública.
   
El Estado democrático sufre así una pérdida de confianza de sus ciudadanos pues es incompetente para comprender sus intereses, y eso parece estar pasando en Chile. Una clara muestra de este hecho se observa en el amplio apoyo social (71%) que concitan las demandas del movimiento estudiantil chileno de este año 2011, comparado con una alta desaprobación (71%) al manejo gubernamental sobre este conflicto (Encuesta Adimark, Noviembre 2011 ).

La participación ciudadana en la construcción de soluciones a sus propias problemáticas, contribuye no solo al logro de un mejor desarrollo social sino que posibilita un mejor desempeño a un sistema político que necesita, de manera urgente y vital, dar pasos necesarios hacia una democracia más participativa.

¿Plebiscito o representación? Deliberación, deliberación, deliberación

Pablo González, Ph.D.
CEA y CSP, Ingeniería Industrial, Universidad de Chile,
y coordinador del informe nacional de Desarrollo del PNUD
Artículo publicado originalmente en America Economía

Un tema fundamental que ha instalado el movimiento estudiantil es la legitimidad de los actuales mecanismos de decisión social. Por ejemplo, si la mayor parte del país no acepta el lucro en educación, ¿por qué el lucro es legal en educación escolar y existe, aunque no es legal, en educación superior? Sin embargo, ¿debemos gobernar por lo que dicen las encuestas o la opinión de algunos actores sociales? ¿Es más legítimo un plebiscito que una votación en el Congreso? ¿Por qué se cuestiona la legitimidad de las decisiones de este último?

Vamos por parte. La mayor parte de la institucionalidad escolar es heredada de la reforma impulsada a comienzos de los ochenta. Desde el punto de vista democrático, no sería “legítima”. Sin embargo, fue "legitimada" a través de las instituciones de la democracia representativa y en el tiempo se han corregido y perfeccionado sus mecanismos: subvención preferencial y mecanismos de aseguramiento de la calidad en el sistema escolar; sistema de acreditación institucional y expansión del crédito en educación superior, por citar algunos.

No obstante, el movimiento estudiantil ha puesto en duda las reglas que rigen el proceso de confección de reglas. Los dedos apuntarían especialmente hacia el sistema binominal - que sobrerepresenta a la minoría más numerosa y excluye a todo el resto de las minorías - y a la falta de transparencia de la política - en particular, por las posibilidades de influir que ofrece a los poderosos y por los conflictos de interés no resueltos que afectarían a la clase política. Aparentemente sería esta falta de confianza en las instituciones, - que dicho sea de paso también avalan las encuestas, - la que lleva a proponer el plebiscito como mecanismo que aseguraría que las cosas se resuelvan con mayor "legitimidad" – más que un rechazo a la representación en sí.

Por espacio no me referiré a la crítica a la política (sobre la que existen propuestas de corrección) sino al tema del plebiscito. La clave de la democracia está en la deliberación: la posibilidad de escuchar a otros y ser oído por ellos, de convencer y ser convencido. No existe una realidad independiente del observador. Entre los que han debatido sobre el contrato social, Rousseau está relativamente sólo al sugerir que el ser humano debe aislarse del resto para escuchar en su soledad el verdadero "interés general". La mayoría piensa que ese interés general sólo puede aparecer a través de la deliberación, y la deliberación abierta sería el mejor mecanismo para neutralizar los grupos de interés que conocen de memoria los pasillos del poder. Ese fue el rol central del Senado en Atenas y sigue siéndolo en la mayoría de los países del mundo. Son los representantes electos por la ciudadanía los que tienen la misión de crear las reglas que nos rigen, a partir de haber escuchado las distintas opiniones, intereses y la evidencia científica.

Este modelo tiene dos fundamentos. Primero, la representación es eficiente porque delega en un grupo reducido de personas las tareas relativas a la creación de reglas, el cual se especializa en esta materia y deriva la legitimidad del voto ciudadano. Imagínese si estuviésemos todo el día dedicados a deliberar sobre todos los asuntos públicos ¿quien produciría, quien enseñaría, quien cuidaría a los niños y los enfermos? Segundo, el problema histórico de la deliberación es que debía confinarse a un grupo reunido en una sala. Con ello requería representación dos veces: no todos los ciudadanos caben en una sala, y no todos los que caben en la sala podrán hablar.

Junto a Juan Velásquez mostramos, en un artículo publicado en Information Society en 2010, que las nuevas tecnologías pueden ser utilizadas para vencer las limitaciones de tiempo y espacio permitiendo la deliberación de miles (y eventualmente millones) de personas y las técnicas de minería de datos pueden reproducir los patrones de aprendizaje del cerebro humano para extraer conclusiones de procesos de diálogo virtuales - además sin las limitaciones respecto a la cantidad de información que el cerebro humano puede procesar. Entonces, hoy en día, limitar la deliberación a representantes electos se justifica más por eficiencia que por imposibilidad técnica.

En este contexto, un plebiscito se justificaría sólo en un tema que nos preocupa a todos los que votan y sólo después de un exhaustivo proceso de deliberación informada. La clave no es que todos voten sobre una materia sino que todos los que votan hayan largamente deliberado sobre ella. Si se hubiese llamado a un plebiscito sobre la pena de muerte sin deliberación quizás Chile seguiría en la lista de los estados que asesinan a sus ciudadanos. Si todos los ciudadanos hubiésemos deliberado sopesando la evidencia científica sobre esta materia, los argumentos técnicos y morales, ¿la decisión de abolir la pena de muerte no hubiese sido mayoritaria? ¿La deliberación habría modificado lo que decían las encuestas? Ése fue el resultado que se obtuvo de la deliberación de nuestros representantes electos. ¿Cuál habría sido la ganancia de un proceso deliberativo más amplio? Legitimidad y probablemente mejores ciudadanos. El costo habría sido el tiempo dedicado a informarnos y debatir este tema. El tiempo es escaso, no podemos debatirlo todo. De hecho un papel clave de la prensa sería abrir espacios de deliberación respecto a los cuales las personas pueden seleccionar lo que más les interesa.

Lo que no es aceptable es que un grupo de interés o sus representantes se adjudiquen la representación de toda la ciudadanía e intenten forzar las decisiones políticas en su favor. La deliberación abierta fomenta que los grupos de interés que buscan su propio beneficio a expensas del resto gracias a la falta de transparencia sean neutralizados y las reglas y recursos sean guiadas por el interés general. Estos son algunos elementos que deben considerarse en la discusión actual, más allá del movimiento estudiantil, que ha abierto una gran oportunidad para reflexionar sobre nuestra educación y nuestra política. 

martes, 13 de diciembre de 2011

Noticias MGPP-Diciembre/Enero- Falta un mes para el Tercer Encuentro de Políticas Públicas


El Magister en Gestión y Políticas Públicas y el Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile son los encargados de la organización del 3er Encuentro Anual de Políticas Públicas.
Por Tercer año consecutivo, la Sociedad Chilena de Políticas Pública realiza su encuentro anual, este tercer encuentro se realizará el día jueves 19 de enero de 2012 en el hall sur del edificio Escuela de Ingeniería, ubicado en Beuachef 850, comuna de Santiago.

La conferencia principal del encuentro será realizada por Richard Szeckhauser, profesor de Política Económica en Harvard University, Kennedy School of Government. Zeckhauser ha publicado recientemente el libro Collaborative Governance: Private Roles for Public Goals in Turbulent Times (2011). Su conferencia abordará precisamente las relaciones que se producen entre ambos actores y las distintas formas de colaboración para la gobernanza.

Durante el desarrollo del Encuentro los asistentes tendrán la posibilidad de participar también en diferentes paneles temáticos y escuchar los resultados de los trabajos de investigación de académicos y estudiantes de posgrado, quienes abordan los más diversos temas de políticas públicas.

Como el MGPP® está participando activamente en la organización de este encuentro, hemos programado para el día Jueves 22 de diciembre a las 9:00 am una reunión con estudiantes y exalumnos interesados en colaborar en esta iniciativa. Quienes deseen participar apoyando esta actividad, pueden inscribirse con Inés Navarro al correo inavarro@dii.uchile.cl

Quienes estén interesados en asistir al Encuentro, pueden inscribirse directamente en la página web: www.sociedadpoliticaspublicas.cl Allí también encontraran información sobre los trabajos a presentar y en algunos días más el programa completo del Encuentro

Los esperamos el día 22 de diciembre

Equipo Dirección