miércoles, 14 de diciembre de 2011

Generación de Valor Público desde la Sociedad Civil:Taller de Acción Comunitaria, “Un Espacio de Realidades y Sueños”

Pilar Correa Vega, Voluntaria TAC,
Historiadora PUCV, MGPP 2012, Universidad de Chile.

El Valor Público, entendido en sus múltiples dimensiones, implica el beneficio generado para los ciudadanos, respondiendo a sus intereses, aspiraciones y valoraciones; acordes a los requerimientos y necesidades de ella, como lo indica Moore (1995) en Gestión Estratégica y Creación de Valor en el Sector Público.

¿Es posible generar este Valor desde la propia ciudadanía, a partir de organizaciones de la sociedad Civil?, creo que sí, un claro ejemplo lo representa el Taller de Acción Comunitaria, TacCordillera, institución con 23 años de vida que da evidencia la posibilidad de generar valor desde la sociedad Civil. En el año 1988 se inaugura en el cerro Cordillera de Valparaíso, estamos hablando de un año relevante en nuestro país, el año del plebiscito que permitió por la vía democrática terminar con la dictadura militar.

En  este complejo escenario, comienza la apuesta de un grupo de profesionales que buscan a partir de la propia comunidad, generar espacios de encuentro y de recuperación de espacios, tangibles e intangibles. Los profesionales deciden ubicarse en un basural, una locura para muchos, para otros  una gran oportunidad, y comienza el sueño, niños, jóvenes y vecinos se dan la tarea de su limpieza llegando a instalar una plaza, huertos de cultivo y un anfiteatro.
Y hasta ahora  ¿qué tiene que ver con nuestra pregunta inicial? La respuesta está en que el trabajo  respondió a las necesidades de toda una comunidad, que sumo a diversos actores de la sociedad civil, sin importar su tendencia política o su creencia religiosa. Existía una necesidad ¿limpiar una quebrada?, no participar junto al otro, mirarse la cara y reencontrarse, luego de 16 años de dictadura.

El trabajo fue participativo, niños, jóvenes y adultos son parte del diseño de la plaza y el anfiteatro, luego  de su implementación, evaluando constantemente si se respondía a los requerimientos de la comunidad. Miles de niños crecieron bajo un estilo de trabajo, miles de voluntarios se sumaron a esta gran tarea, ¡¡pura participación ciudadana¡¡, ¡¡puro valor publico¡¡

Hoy luego de dos décadas, Tac, desarrolla líneas de acción centrada principalmente en educación no formal, junto a 9 escuelas municipales, en medio ambiente, identidad local, arte y cultura, recuperación de espacios públicos, prevención y ciudadanía. Los participantes son actores claves en ellas y quienes generan propuestas de mejoramiento.

Centrado en el trabajo voluntario, Tac ha recibido reconocimientos nacionales e internacionales, como el Premio Nacional de Medio Ambiente (2004),  siendo aún  más relevante la legitimación y reconocimiento de la comunidad, la que construye su  hacer e integra a sus prácticas cotidianas,  las prácticas de Tac.

¿Es posible generar este Valor desde la propia ciudadanía, a partir de organizaciones de la sociedad Civil?, claro que si es posible, Tac cumple a todas sus necesidades y más aún mejora la calidad de vida, construyendo espacios solidarios y democráticos.

Pérdida de oportunidad para generar participación ciudadana en la política pública, breve mirada a una situación de Chile

Luis Hernán Aránguiz Cabrera,
Administrador Público, Universidad de Chile
MGPP, promoción 2009
Encargado Sistema Integral de Atención Ciudadana, en Servicio Médico Legal, dependiente del Ministerio de Justicia.

La emergencia de una matriz de problemáticas sociales nuevas y de carácter más complejo, transversal e incierto, que merma la capacidad del Estado para proveer soluciones eficaces a problemas públicos, introduce la necesidad de abandonar el modelo secuencial de producción de política pública, que es más bien lineal, y probar fórmulas de inclusión de nuevos actores al circuito de toma de decisiones a fin de lograr mayor legitimidad de la acción gubernamental, sobre todo en aquellas materias que son política o socialmente controversiales, o que requieren una alta expertise técnica.

En Chile, desde el retorno a la democracia (1990 en adelante), la figura de los consejos consultivos o asesores presidenciales, ha operado como un mecanismo de inclusión en los asuntos públicos, de actores externos al gobierno, bajo el ideario de posibilitar una mejoría de la acción gubernativa. Áreas como educación, previsión, derechos humanos, infancia, equidad y otros han generado soporte al diseño e implementación de política pública bajo esta fórmula inclusiva.


Sin embargo, esta forma-mecanismo de producción de política pública, ha abierto un espacio preferente a technopols (expertos de la política), y de menor alcance a los actores de la sociedad civil, organizada y no organizada. Este hecho, ha significado una pérdida de oportunidad y mejora para la participación ciudadana y para un sistema político que vive una crisis de representatividad, cristalizada en una baja valoración de instituciones políticas tradicionales como son el poder ejecutivo, legislativo, y los partidos políticos (Adimark,Noviembre 2011), junto a una creciente contestación social, hechos que se evidencian no solo en Chile sino que también en otros países de Latinoamérica (Latinobarometro 2011:48).


La clase política parece perderse en el camino, evidenciando un hecho que bien podría afectar su existencia. Sigue desoyendo la voz ciudadana e imposibilitando una mayor inclusión de esta en la solución de los problemas públicos, para lograr no solo una mejoría en la acción de gobierno sino que, además, revitalizar la política a través del establecimiento de una confianza mutua que nazca del ejercicio adecuado de la relación Estado-sociedad civil.  Por el contrario, ha apostado por una reconfiguración de su poder, apegándose a visiones técnicas de su gusto y conveniencia, e instrumentalizando el anhelo participativo con espacios débiles y transitorios, que solo permiten la opinión social pero no posibilitan la deliberación ciudadana o su incidencia final en la definición de la política pública.
   
El Estado democrático sufre así una pérdida de confianza de sus ciudadanos pues es incompetente para comprender sus intereses, y eso parece estar pasando en Chile. Una clara muestra de este hecho se observa en el amplio apoyo social (71%) que concitan las demandas del movimiento estudiantil chileno de este año 2011, comparado con una alta desaprobación (71%) al manejo gubernamental sobre este conflicto (Encuesta Adimark, Noviembre 2011 ).

La participación ciudadana en la construcción de soluciones a sus propias problemáticas, contribuye no solo al logro de un mejor desarrollo social sino que posibilita un mejor desempeño a un sistema político que necesita, de manera urgente y vital, dar pasos necesarios hacia una democracia más participativa.

¿Plebiscito o representación? Deliberación, deliberación, deliberación

Pablo González, Ph.D.
CEA y CSP, Ingeniería Industrial, Universidad de Chile,
y coordinador del informe nacional de Desarrollo del PNUD
Artículo publicado originalmente en America Economía

Un tema fundamental que ha instalado el movimiento estudiantil es la legitimidad de los actuales mecanismos de decisión social. Por ejemplo, si la mayor parte del país no acepta el lucro en educación, ¿por qué el lucro es legal en educación escolar y existe, aunque no es legal, en educación superior? Sin embargo, ¿debemos gobernar por lo que dicen las encuestas o la opinión de algunos actores sociales? ¿Es más legítimo un plebiscito que una votación en el Congreso? ¿Por qué se cuestiona la legitimidad de las decisiones de este último?

Vamos por parte. La mayor parte de la institucionalidad escolar es heredada de la reforma impulsada a comienzos de los ochenta. Desde el punto de vista democrático, no sería “legítima”. Sin embargo, fue "legitimada" a través de las instituciones de la democracia representativa y en el tiempo se han corregido y perfeccionado sus mecanismos: subvención preferencial y mecanismos de aseguramiento de la calidad en el sistema escolar; sistema de acreditación institucional y expansión del crédito en educación superior, por citar algunos.

No obstante, el movimiento estudiantil ha puesto en duda las reglas que rigen el proceso de confección de reglas. Los dedos apuntarían especialmente hacia el sistema binominal - que sobrerepresenta a la minoría más numerosa y excluye a todo el resto de las minorías - y a la falta de transparencia de la política - en particular, por las posibilidades de influir que ofrece a los poderosos y por los conflictos de interés no resueltos que afectarían a la clase política. Aparentemente sería esta falta de confianza en las instituciones, - que dicho sea de paso también avalan las encuestas, - la que lleva a proponer el plebiscito como mecanismo que aseguraría que las cosas se resuelvan con mayor "legitimidad" – más que un rechazo a la representación en sí.

Por espacio no me referiré a la crítica a la política (sobre la que existen propuestas de corrección) sino al tema del plebiscito. La clave de la democracia está en la deliberación: la posibilidad de escuchar a otros y ser oído por ellos, de convencer y ser convencido. No existe una realidad independiente del observador. Entre los que han debatido sobre el contrato social, Rousseau está relativamente sólo al sugerir que el ser humano debe aislarse del resto para escuchar en su soledad el verdadero "interés general". La mayoría piensa que ese interés general sólo puede aparecer a través de la deliberación, y la deliberación abierta sería el mejor mecanismo para neutralizar los grupos de interés que conocen de memoria los pasillos del poder. Ese fue el rol central del Senado en Atenas y sigue siéndolo en la mayoría de los países del mundo. Son los representantes electos por la ciudadanía los que tienen la misión de crear las reglas que nos rigen, a partir de haber escuchado las distintas opiniones, intereses y la evidencia científica.

Este modelo tiene dos fundamentos. Primero, la representación es eficiente porque delega en un grupo reducido de personas las tareas relativas a la creación de reglas, el cual se especializa en esta materia y deriva la legitimidad del voto ciudadano. Imagínese si estuviésemos todo el día dedicados a deliberar sobre todos los asuntos públicos ¿quien produciría, quien enseñaría, quien cuidaría a los niños y los enfermos? Segundo, el problema histórico de la deliberación es que debía confinarse a un grupo reunido en una sala. Con ello requería representación dos veces: no todos los ciudadanos caben en una sala, y no todos los que caben en la sala podrán hablar.

Junto a Juan Velásquez mostramos, en un artículo publicado en Information Society en 2010, que las nuevas tecnologías pueden ser utilizadas para vencer las limitaciones de tiempo y espacio permitiendo la deliberación de miles (y eventualmente millones) de personas y las técnicas de minería de datos pueden reproducir los patrones de aprendizaje del cerebro humano para extraer conclusiones de procesos de diálogo virtuales - además sin las limitaciones respecto a la cantidad de información que el cerebro humano puede procesar. Entonces, hoy en día, limitar la deliberación a representantes electos se justifica más por eficiencia que por imposibilidad técnica.

En este contexto, un plebiscito se justificaría sólo en un tema que nos preocupa a todos los que votan y sólo después de un exhaustivo proceso de deliberación informada. La clave no es que todos voten sobre una materia sino que todos los que votan hayan largamente deliberado sobre ella. Si se hubiese llamado a un plebiscito sobre la pena de muerte sin deliberación quizás Chile seguiría en la lista de los estados que asesinan a sus ciudadanos. Si todos los ciudadanos hubiésemos deliberado sopesando la evidencia científica sobre esta materia, los argumentos técnicos y morales, ¿la decisión de abolir la pena de muerte no hubiese sido mayoritaria? ¿La deliberación habría modificado lo que decían las encuestas? Ése fue el resultado que se obtuvo de la deliberación de nuestros representantes electos. ¿Cuál habría sido la ganancia de un proceso deliberativo más amplio? Legitimidad y probablemente mejores ciudadanos. El costo habría sido el tiempo dedicado a informarnos y debatir este tema. El tiempo es escaso, no podemos debatirlo todo. De hecho un papel clave de la prensa sería abrir espacios de deliberación respecto a los cuales las personas pueden seleccionar lo que más les interesa.

Lo que no es aceptable es que un grupo de interés o sus representantes se adjudiquen la representación de toda la ciudadanía e intenten forzar las decisiones políticas en su favor. La deliberación abierta fomenta que los grupos de interés que buscan su propio beneficio a expensas del resto gracias a la falta de transparencia sean neutralizados y las reglas y recursos sean guiadas por el interés general. Estos son algunos elementos que deben considerarse en la discusión actual, más allá del movimiento estudiantil, que ha abierto una gran oportunidad para reflexionar sobre nuestra educación y nuestra política. 

martes, 13 de diciembre de 2011

Noticias MGPP-Diciembre/Enero- Falta un mes para el Tercer Encuentro de Políticas Públicas


El Magister en Gestión y Políticas Públicas y el Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile son los encargados de la organización del 3er Encuentro Anual de Políticas Públicas.
Por Tercer año consecutivo, la Sociedad Chilena de Políticas Pública realiza su encuentro anual, este tercer encuentro se realizará el día jueves 19 de enero de 2012 en el hall sur del edificio Escuela de Ingeniería, ubicado en Beuachef 850, comuna de Santiago.

La conferencia principal del encuentro será realizada por Richard Szeckhauser, profesor de Política Económica en Harvard University, Kennedy School of Government. Zeckhauser ha publicado recientemente el libro Collaborative Governance: Private Roles for Public Goals in Turbulent Times (2011). Su conferencia abordará precisamente las relaciones que se producen entre ambos actores y las distintas formas de colaboración para la gobernanza.

Durante el desarrollo del Encuentro los asistentes tendrán la posibilidad de participar también en diferentes paneles temáticos y escuchar los resultados de los trabajos de investigación de académicos y estudiantes de posgrado, quienes abordan los más diversos temas de políticas públicas.

Como el MGPP® está participando activamente en la organización de este encuentro, hemos programado para el día Jueves 22 de diciembre a las 9:00 am una reunión con estudiantes y exalumnos interesados en colaborar en esta iniciativa. Quienes deseen participar apoyando esta actividad, pueden inscribirse con Inés Navarro al correo inavarro@dii.uchile.cl

Quienes estén interesados en asistir al Encuentro, pueden inscribirse directamente en la página web: www.sociedadpoliticaspublicas.cl Allí también encontraran información sobre los trabajos a presentar y en algunos días más el programa completo del Encuentro

Los esperamos el día 22 de diciembre

Equipo Dirección

martes, 15 de noviembre de 2011

El liderazgo en políticas públicas desde una óptica territorial

Miguel Pérez Bade
Estudiante MGPP 2012 Universidad de Chile, Trabajador Social y Licenciado en Ciencia Política Pontificia Universidad Católica de Chile.

Acorde a la experiencia profesional de estos últimos siete años, principalmente en el ámbito local regional, y destacando de ello la experiencia del Programa Servicio País, liderado por la Fundación para la Superación de la Pobreza y el Gobierno Regional de Aysén, he logrado reconocer en el ámbito de la política pública un lugar de creación y construcción de nuevos escenarios políticos capaces de mejorar condiciones de vida.

No obstante los procesos de transformación en políticas públicas no vienen dados, por el contrario, la inercia es parte de lo cotidiano, donde los procesos están tensionados por el estancamiento de un equilibrio social aparente, donde la resistencia al cambio controla la capacidad reflexión y construcción de nuevos escenarios.  En este contexto, la innovación en el ámbito de las políticas públicas a escala local-regional requiere romper varias inercias, ante las cuales el liderazgo y capacidad de adaptación juegan un importante papel.


Entonces entenderemos el liderazgo como un elemento que se caracteriza por la constante búsqueda de innovaciones en el ámbito público, ir a la vanguardia rompiendo el estancamiento e inercia. Desde esta óptica la experiencia a cargo del Programa Servicio País en la Región de Aysén se basó principalmente en la constante articulación de actores con capacidad de liderazgo en el ámbito político y técnico, generando y diseñando propuestas pertinentes al contexto regional. Claramente los frutos de estos esfuerzos colectivos son de mediano plazo, sin menospreciar que la reflexión interdisciplinaria e intersectorial es un avance en el quiebre de estructuras estáticas


Para alcanzar un nivel de impacto significativo de estos procesos que surgen desde las sinergias locales, se requieren también de la capacidad de adaptación, poniendo en jaque el fuerte centralismo de nuestras políticas públicas.  En la actualidad la capacidad de adaptación de los instrumentos públicos están siendo constantemente cuestionados desde la perspectiva territorial. Desde donde se observa que el escenario político está lleno de oportunidades para generar cambios en la estructura centralizada, recuperando más poder desde lo local. Este proceso requiere entonces de marcados liderazgos, requiere de grupos vanguardistas capaces de cuestionar el estatus quo y avanzar en la consolidación de propuestas públicas que den cuenta de este emergente enfoque territorial.


Sitio web Fundación para la Superación de Pobreza, Chile. www.superacionpobreza.cl
Sitio web Territorio Chile, Descripción Modelo de Gestión Territorial Gobierno Regional de Aysén.  http://www.territoriochile.cl/1516/article-77998.html
Documental Programa Fortalecimiento del Capital Social Gobierno Regional de Aysén

lunes, 14 de noviembre de 2011

Propuesta para el sistema de acreditación chileno

Máximo Quiero
Estudiante MGPP promoción 2011. Reproducción con autorización.


Hace 6 meses, junto a mi colega Claudio Frites, escribimos una columnadonde exponíamos datos que nos llamaron la atención. Al indagar en el proceso de acreditación de las carreras universitarias chilenas, básicamente se podía observar que quien paga por acreditarse se acredita (97%). También vimos que las carreras con mayores índices de acreditación son las que por obligación tienen que hacerlo (Pedagogías y Medicina), junto con constatar una suerte de distribución del mercado de carreras por parte de las agencias, donde Acreditacción y Akredita QA, eran seleccionadas por el 83% de las pedagogías del segmento no perteneciente al CRUCH, así como la CNA, por el 83% de las carreras del área Salud del CRUCH. Además, hicimos énfasis en la falta de indicadores objetivos que permitan comparar las acreditaciones realizadas por distintas agencias a las diversas carreras que lo solicitan.

Durante las últimas semanas, dos artículos publicados en Ciper y en El Mostrador, han vuelto a cuestionar el sistema de acreditación, reafirmando los datos encontrados en nuestra indagación, junto con abrir el espectro hacia la acreditación institucional (existen dos tipos de acreditación; institucional y de programas de pre y post grado), revelando explícitos conflictos de interés que parecen justificar la alta tasa de acreditación (llegó al 100% durante el año 2010 a nivel institucional). Queda en evidencia la poca claridad de lo se mide, el vínculo perverso entre el CAE y la acreditación y en definitiva la falta de legitimidad de un sistema que tiene como objetivo, acreditar la calidad de las instituciones y programas que se dictan en ellas.

Aquí, ante las múltiples explicaciones de los profesionales involucrados en los conflictos de interés, resulta pertinente preguntarse ¿qué entendemos por conflicto de interés? Un conflicto de interés resulta de la posibilidad de obtener beneficios personales o corporativos a partir de un cargo que se ejerce con otro objetivo. En ese sentido todos los ejemplos presentados tienen algún grado de conflicto de interés.


Y ante tamaña evidencia de un sistema que pierde legitimidad día a día, surge otra interrogante: ¿es necesario tener un sistema de acreditación de la educación superior, o mejor le prendemos fuego y dejamos que el mercado haga que las Universidades de baja calidad desaparezcan?.


Acá aparece otro tema relevante, como bien lo indica Meller: las universidades no compiten vía precio (si lo hicieran, a mayor oferta, menores serían los aranceles). Actualmente compiten por publicidad, lo cual evidentemente hace que los aranceles suban y que la publicidad sea pagada por los estudiantes (y que los medios de comunicación sean beneficiados, de paso). Como parte de la publicidad, un rol importante juega el tener algunos años de acreditación, que las instituciones se encargan de resaltar y que supuestamente reflejan una diferencia del resto. Cox comprueba que los resultados de la prueba Inicia no tienen relación con los años de acreditación de las carreras de pedagogías, resultado consistente con nuestra indagación, donde el 95% de las carreras de pedagogía son acreditadas en promedio por más de tres años.

Dejar todo en manos del mercado no está dando resultados, si queremos una educación de calidad y una adecuada asignación de recursos. En ese sentido, el tener un sistema de acreditación idóneo resulta fundamental, siempre y cuando funcione como ente regulador autónomo, con atribuciones y sanciones que permitan cumplir los objetivos necesarios.

En base a lo anterior, me permito esbozar una propuesta en esa línea, abordando los aspectos que hoy día tienen al sistema cuestionado.

1.- La designación de los integrantes de la CNA debe ser realizada por el Congreso y no por las propias Instituciones que serán evaluadas, como lo es en la actualidad. El periodo de duración puede ser de 5 años y una vez terminado el periodo, se le continúa pagando el salario por un año a fin de que no pase de regulador a regulado.

2.- Los integrantes de la CNA y de las Agencias Acreditadoras no pueden tener vínculo vigente o terminado recientemente (menos de un año) con las Instituciones que evalúan. En caso de existir, deben abstenerse de participar (y esto debe cumplirse).

3.- Para las resoluciones de la CNA referente a la acreditación Institucional, debe haber al menos un 75% de los miembros con derecho a voto presentes, no considerando las abstenciones dentro del porcentaje. No es serio que el 33% que llegó termine votando la acreditación, como ha ocurrido en la actualidad.

4.- Para la acreditación de carreras se debe definir indicadores objetivos que permitan la comparación entre las distintas evaluaciones realizadas por las agencias.

5.- Las carreras que deseen someterse al proceso deben solicitarlo a la CNA, y ésta designar a una agencia en forma aleatoria. La CNA es quien contrata a la agencia y autoriza su evaluación.

6.- Sistema de información claro y objetivo gestionado por la CNA, referente a los programas e instituciones y la situación de cada uno de ellos.

7.- El proceso de acreditación debe implicar sanciones a quienes no lo obtienen (cierre de carreras y eventualmente de Instituciones luego de tres procesos).

8.- Aportes públicos (becas y créditos), deben ser otorgados a instituciones y carreras acreditadas. Permanece en ese sentido el vínculo CAE – Acreditación, pero bajo nuevas condiciones que cambian el escenario actual.

Esta propuesta pretende ser un punto de inicio a un debate que permita mejorar el sistema actual, y por lo tanto, admite críticas y aportes, que por cierto estén en la línea de perfeccionar el sistema y no lo que hicieron los parlamentarios en su momento con más de 800 indicaciones y que terminó en lo que actualmente tenemos, invocando a una supuesta libertad de enseñanza.

Noticias MGPP Noviembre

Redacción MGPP

En un mes más, el día 16 de diciembre se realizará la ceremonia a de egreso de los alumnos del MGPP de la generación 2011. Los alumnos que egresan este año son las 17a generación de estudiantes que han cursado el MGPP, comparten elementos comunes con las otras 16 generaciones y algunos elementos distintivos.

En esta nota queremos compartir algunos de los rasgos de estos 56 estudiantes, la mitad de ellos han cursado el  programa en horario diurno, mientras que los otros 28 lo han hecho en horario ejecutivo.

El 61% de los estudiantes de esta generación son mujeres y el 39% hombre, lo que marca una diferencia importante con las primeras generaciones de estudiantes donde la proporción de hombres y mujeres era inversa.

La edad de los alumnos de esta generación también ha experimentado algunos cambios cuando se la compara con la edad promedio de otras generaciones. En promedio los alumnos tienen 34 años, un 60% de los estudiantes tiene entre 25 y 35 años, mientras que el 40% restante tenía más de 35 años al momento de cursar sus estudios de magíster.

Los estudiantes no sólo son diversos en edad y en género, también los son según su país de origen. De los 56 estudiantes de esta generación 47 son chilenos y provienen de distintas regiones del país. Entre los estudiantes extranjeros se encuentra una alumna procedente de Bolivia, un estudiante de Colombia, tres alumnos de  Costa Rica, una alumna salvadoreña, una estudiante procedente de Nicaragua, una alumna del Paraguay y un alumno de el Perú.

La mayor parte de los estudiantes financió sus estudios de Magister con becas parciales o ayudas institucionales. En este generación es muy significativa la participación de la beca CONICYT funcionarios públicos que ha apoyado los estudios de 19 estudiantes; la beca CONICYT en su modalidad regular  también ha contribuido a los estudios de dos alumnos; al igual que la fundación Ford que patrocina a dos becarios. Por su parte la beca AGCI apoya los estudios de dos estudiantes extranjeras, una alumna está becada por la OEA y la beca Banco Mundial hace un aporte similar para cuatro estudiantes del MGPP.

También es importante mencionar que en esta generación algunos alumnos reciben apoyos parciales  provenientes de la Facultad y del propio MGPP.

Sobre las disciplinas y formaciones de origen de esta generación de egresados, queremos comentarles que un 21,3% de los alumnos que se gradúan se encuentran vinculados al área de las  ciencias políticas y la administración, 10 son administradores públicos y 3 son administradores de empresas. Otro 21,3% proviene del área de las ciencias sociales, específicamente encontramos 5 sociólogos, 5 trabajadores sociales y 2 psicólogos.

Hay otro grupo también integrado por 12 estudiantes pertenece al campo de las ingenierías, entre ellos se destacan 5 Ingenieros Industriales, 2 ingenieros civiles, y un ingeniero en transporte, geomensura y alimento respectivamente.

Un 16% de los estudiantes están vinculados a las ciencias jurídicas y humanidades, 7 de ellos son abogados y  otros 2 estudiantes tienen estudios de licenciatura en historia y filosofía.

Finalmente nos encontramos también con 5 estudiantes vinculados a la Ingeniería Comercial y Economía y otros 6 estudiantes de las siguientes profesiones: Bioquímica, veterinaria, arquitectura, comercio y geografía.

Con estos breves antecedentes, hemos querido presentar las principales características de quienes egresan  con el propósito que puedan conocer quiénes son y el perfil de esta generación.  Ellos están también preparando su graduación y por eso en esta semana están escogiendo a quienes en su opinión han sido mejores compañeros y mejores profesores.

Mucho éxito en esta elección!!!!!!!!!!!

Inversión pública en Chile

Eduardo Contreras
Director del Magíster en Gestión y Políticas Públicas
Diario Financiero, 27 de octubre de 2011

Los objetivos del Sistema Nacional de Inversión Pública apuntan a la eficiencia, al buen uso de los recursos y al mejoramiento permanente del bienestar social ¿Cómo se logra esto? La respuesta es compleja, pero un punto a revisar es el énfasis que se le da a la formulación versus la posterior evaluación de los proyectos.

No cabe duda la relevancia que tiene la formulación de proyectos en materia de inversión pública (hay autores que consideran que sin análisis de alternativas ni siquiera se puede hablar de evaluación). Es decir, cómo se generan diagnósticos y se identifican problemas de manera correcta y cómo se configuran alternativas. En esta labor preguntas como ¿cuál es el proyecto? o ¿cuál es la mejor alternativa de un proyecto? son las más importantes.

Si bien es deseable mejorar la evaluación de los proyectos (identificación, medición y valoración de sus beneficios y costos), a mi juicio no es lo más urgente. Lo que apremia es mejorar la formulación, ya que no se avanza mucho si se evalúan bien proyectos mediocres. Lo que se necesita es identificar y formular los mejores proyectos y, luego, evaluarlos bien.

Un par de elementos para fundamentar ese juicio: el Independent Project Analysis (IPA), en un seguimiento del ciclo de vida de distintos proyectos, concluye que la mayor captura o creación de valor se produce en la etapa de análisis de alternativas y, en segundo lugar, en la etapa previa de identificación del proyecto (relacionado con las oportunidades y/o el problema a solucionar).

En 2010, el Centro de Sistemas Públicos (CSP) de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile realizó 19 entrevistas en profundidad a profesionales de los gobiernos regionales y de las Secretarías Regionales de Planificación (Serplac), así como a representantes de la ciudadanía. Los entrevistados identificaron (1) la falta de un sistema de gestión del conocimiento (un nuevo desafío que debemos abordar) y (2) la deficiente formulación de los proyectos como las dos dificultades más relevantes que enfrentan en la generación de carteras de proyectos de inversión.

Las mejoras futuras, sin dejar de lado el perfeccionamiento de la evaluación de beneficios y costos, deben comenzar a tener más énfasis en la formulación de proyectos, particularmente en aspectos que complementen su mejora tales como el análisis estratégico de carteras de proyectos, la valoración y evaluación de impactos ambientales y efectos distributivos, el análisis de riesgo y la evaluación multicriterio. Adicionalmente, debemos desarrollar la gestión de conocimiento que se genera en todos esos ámbitos, tanto en el organismo rector del sistema -Mideplan y sus Serplac- como en las unidades ejecutoras a nivel nacional, regional y comunal.