viernes, 27 de abril de 2012

DECISIONES BAJO INCERTIDUMBRE

Por @EstebanLuceroV

El rasgo más sobresaliente del mundo de hoy es lo que algunos entendidos han dado en llamar volatilidad, es decir la cambiante situación que vivimos a nivel de regiones, países, negocios, política y de las mismas personas en todas nuestras actividades y relaciones, sean éstas privadas o públicas. Esa volatilidad introduce necesariamente un elemento de incertidumbre y de riesgo en nuestras actuaciones y decisiones, las mismas que no podemos soslayar, más aún si consideramos que hoy somos más interdependientes unos de otros, sin que para ello cuente como antes nuestra situación, lugar, posición o el momento por el que circunstancialmente atravesamos.

En el caso de la política internacional por ejemplo, en el último año Grecia, Portugal, Italia y España han cambiado su gobierno y en mayo probablemente lo hará también Francia. En el pasado reciente, en cambio, los gobiernos de los países europeos y desarrollados hacían gala de una bien ganada reputación de estabilidad que hoy al parecer ya no la tienen. La seguridad económica y el futuro del euro están en debate.

En América, a los Estados Unidos les espera una reñida disputa presidencial en noviembre de 2012 en medio de una hegemonía que hoy esta cuestionada. América Latina por su parte goza de una relativa estabilidad económica por la bonanza de la exportación de sus materias primas. En el campo político, unos gobiernos (los más: Brasil, Colombia, Uruguay, Perú, Chile, Costa Rica, El Salvador y México) han respetado las reglas del juego democrático y se conducen con alternabilidad y continuidad en sus políticas; otros gobiernos, en cambio, se las han ‘arreglado’ vía reformas constitucionales para permanecer en el poder y, en no pocos casos, resucitar un caudillismo autoritario, que en la región lamentablemente es propio de estos momentos de bonanza (la ‘maldición de los recursos naturales’ dicen algunos) y de su tradición política.

El escenario general es sin embargo incierto, pues las crisis económicas y políticas son cada vez más recurrentes y profundas y los canales de transmisión de las mismas no solo que se han multiplicado sino que casi no dejan mayor margen de respuesta a los gobiernos, al menos en el corto plazo. Por otro lado, las carencias y/o debilidades de las instituciones al interior de los países y a nivel supranacional no son precisamente una garantía de seguridad y estabilidad.

Cabría preguntarse entonces qué estrategia le conviene seguir a América Latina para manejar esa volatilidad? Debe sentarse a vivir cómodamente de sus rentas y ‘amurallar’ sus fronteras o debe promover una apertura comercial que impulse su desarrollo? Qué incertidumbres debe afrontar para caminar al tan ansiado desarrollo? Le conviene hacerlo como bloque de países o individualmente, según la condición y avance de cada país? Qué riesgos plantea esa estrategia y cómo debe asumirlos?

Un primer y fundamental elemento es la vigencia de la democracia, el respeto a sus instituciones y al imperio de los derechos humanos. Aunque resulte paradójico, la presencia generalizada de regímenes surgidos en elecciones ha venido aparejada en no pocos casos de amenazas al ejercicio de las libertades, de atropellos a los derechos humanos, y de irrespeto a la vigencia de las instituciones democráticas. Esto muy a pesar de que casi todos los gobiernos en América han suscrito la “Carta Democrática”, un verdadero código de conducta política que exige un comportamiento diferente.

Otro elemento que es de gran importancia en lo productivo y comercial es la diversificación de las exportaciones y de los mercados de destino. Es bien conocido que una regla básica para manejar el riesgo es su diversificación. América Latina aún concentra sus exportaciones en pocos productos, con bajos niveles de valor agregado y con destino a contados mercados (los Estados Unidos y Europa, a los que se suman China y los demás países asiáticos). La tarea de diversificación sin duda obliga a los Estados en América Latina a constituir fondos de contingencia que les proteja frente a su vulnerabilidad externa, y además a apoyar y ‘asociarse’ con los agentes privados en su penetración de mercados que impliquen encadenamientos productivos y exportaciones con valor agregado.

Adicionalmente, los países de la región no pueden negociar con otros bloques o países en forma aislada, una lamentable lección de haberlo hecho así fue la forma cómo la crisis de endeudamiento externo le significó a América Latina al menos dos décadas perdidas a fines del siglo 20. En esa época, los países grandes en la región creían que por serlo iban a obtener mayores concesiones y beneficios de sus acreedores. Los países pequeños a su vez creyeron que por su tamaño los acreedores no iban a dar mayor importancia a sus obligaciones de deuda. Al final, grandes y pequeños perdieron. Todos fueron exigidos y a qué costo!    
 
Hay una obligación también de elemental responsabilidad y madurez. América Latina no puede volver a caer en el “espejismo del desarrollo” de otras épocas. Por el contrario, debe actuar con ‘los pies sobre la tierra’ al momento de definir sus prioridades. Un estudio reciente de un centro de estudios de la región nos muestra que el patrón exportador no ha cambiado en mayor medida. América Latina sigue exportando como principales productos y, ahora en su mayoría a precios bastante generosos, los siguientes bienes: petróleo, cobre, hierro, soya y bananas; más de una tercera parte de sus exportaciones al mundo son bienes primarios; y, 2.3 de cada 3 productos que vende a la China (su mercado de mayor crecimiento) son también bienes primarios. Además, ojo, nada garantiza que la actual y dinámica demanda asiática de productos latinoamericanos se mantenga en el tiempo, con mayor razón si la región no pone atención en añadirle valor a lo que vende.

martes, 24 de abril de 2012

Noticias MGGP


En marzo de este año, un nuevo grupo de estudiantes hizo ingreso al MGPP. Se trata de los alumnos de la generación 2013 que cursan el Programa en horario ejecutivo, siendo ya la quinta generación que desarrolla en MGPP en este horario.

Son 24 estudiantes que en el periodo comprendido entre julio y diciembre de 2011 cursaron el Diploma en Gerencia Pública y que a partir de este año, entran de lleno al MGPP.

Su primera actividad como alumnos del Programa fue la reunión de inicio, la que se llevó a cabo, como ha sido costumbre en los 18 años del Magíster, antes de iniciar las clases, y que tiene por objetivos entregar orientación sobre el funcionamiento del programa, resolver dudas de los estudiantes y, sobre todo, conocer y dar la bienvenida a la nueva generación.

Al igual que el resto de los estudiantes de la generación 2012, los nuevos estudiantes comenzaron sus clases la semana del 12 de marzo con cursos como Economía y Políticas Públicas I y Métodos Cuantitativos, dos cursos obligatorios del plan de estudios que han puesto a prueba no sólo las capacidades académicas sino también la perseverancia y resiliencia de quienes han pasado por ellos.

Para que poco a poco puedan conocerlos (tomarán cursos con la generación 2012 a partir de la segunda mitad del semestre), les podemos contar que de los 24 estudiantes nueve son hombres y quince mujeres y tienen un promedio de 32 años de edad. Una gran parte de ellos (nueves estudiantes), tiene profesiones en el área de la Administración Pública, a los cuales se suman tres Licenciadas en Trabajo Social, dos Periodistas, dos Sociólogos, dos Ingenieros (Ingeniería Comercial y Ingeniería Informática), un Psicólogo, una Abogada, un Licenciado en Bioquímica, un Licenciado en Ciencias Agropecuarias, un Licenciado en Educación y una Licenciada en Geografía.

Esperamos que este mes de clases haya sido satisfactorio para esta nueva generación y que sus compañeros puedan poco a poco darles la bienvenida e integrarlos en la comunidad del MGPP. Estamos seguros que un muy buen espacio para esto será la fiesta de bienvenida que organizan los alumnos de la Generación 2012, la que se llevará a cabo en julio de este año, una vez que hayan ingresado los estudiantes del horario diurno y podamos recibir así a la generación 2013 completa.


Un abrazo!!
Equipo MGPP

…a quién le gusta pagar impuestos?


A nadie le gusta pagar impuestos, pero “es el precio que pagamos para vivir en una sociedad civilizada” (Oliver Wendell H.). ¿Son realmente malos los impuestos? Naturalmente, podríamos sugerir que no es así. Pigou (1928) sostuvo que con el fin de determinar el nivel óptimo del gasto público, se debe considerar el efecto distorsionador de aumentar los impuestos, dado que dicho efecto genera una pérdida de bienestar. Sin embargo, también se debe considerar el efecto inverso, es decir,  el de disminuirlos. 

Algunas de las actuales corrientes en materia de políticas públicas en algunos países de América Latina (AL), nos hacen recordar aquellas políticas implementadas en los 60s y 70s. Por cierto, es muy fácil que la “opinión pública” esté de acuerdo con estas medidas que aparentemente nos favorecen en primera instancia. Cuidado!, tal vez en materia de impuestos pueda ocurrir algo similar. El hecho de  que los que tienen paguen más impuestos es probablemente uno de los temas que hoy se vuelve a revisar. Mardones (2010), en su estudio “Estrategia Robin Hood en Chile: Distribución e Incidencia”, concluye que al incrementar los impuestos a los sectores económicos altos, los efectos en el bienestar del país no se modifican sustantivamente, es decir es una estrategia ineficiente para mejorar la equidad. Queda entonces repensar si ello es posible en economías en donde el sistema impositivo esta ligeramente “desactualizado”.

Pero para no dejar eso en el aire. Es difícil en un contexto como en el que atraviesa la economía mundial responder con si o con un no rotundo. Lo cierto es que en AL los impuestos tienen historias tan peculiares como muy genéricas. Sin embargo, la pregunta fundamental es ¿qué y cómo lo hacemos? nuevamente la respuesta clásica y no bien querida es ¡depende!, siempre depende. Por ejemplo, en Chile se discute la eliminación de una parte del impuesto a los combustibles, ya que se esa parte del impuesto se origino hace tiempo y que según el objetivo de su creación, ya no debería de existir. En Perú se discute también la derogación de algunas exoneraciones tributarias que se dieron con el fin de beneficiar a la ciudadanía de la zona amazónica, sólo por algunos años, pero hasta hoy es complicado el sólo hecho de discutir públicamente su derogación.

¿Porqué depende?, depende porque cada país tiene diferentes estructuras tributarias y las actividades económicas por más parecidas que sean, son ligeramente “muy” diferentes. Queda responder en cada país, y con cada impuesto a través de un análisis de los resultados de las variaciones que se quieran hacer. Por tanto, es imprescindible generar esos documentos, que basados en una adecuada política tengan un uso y acción pertinente. Al parecer aquí nos queda mucho tiempo y trabajo para lograr ello. Seamos testarudos y pongamos la atención en que las cosas se hagan como se deben, y no como les gustaría a algunos gobernantes y políticos desinformados de nuestros países.

Economía política: Crecimiento económico vs. Crecimiento sustentable La construcción de la carretera que atravesaría el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS) en Bolivia

Patricia C. Quintana Jaldin
Magíster en Gestión y Políticas Públicas  
Economista y Socióloga


A lo largo del progreso de las naciones, siempre ha existido la pugna entre desarrollar solamente un crecimiento económico ó efectuar políticas públicas que conduzcan a un crecimiento sostenible o sustentable, más aún si se trata de la construcción de una carretera  que atravesaría el corazón de un área protegida, en este caso el Territorio Indígena Parque Nacional Isoboro-Sécure (TIPNIS) que se encuentra entre los departamentos de Beni y Cochabamba en Bolivia donde se encuentran protegidos, principalmente, tres pueblos indígenas yuracarés, mojeños y chimanes, así como más de 400 especies de flora y 700 especies de fauna. 

El conflicto, básicamente, nace cuando autoridades anuncian la construcción del segundo tramo (177 Km) de la carretera (306 Km) que uniría las poblaciones de Villa Tunari de Cochabamba y San Ignacio de Moxos en el Beni y que formaría parte de un corredor bioceánico (1.402 Km) formulado por la iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana(IIRSA). La construcción de este trecho, traspasaría la parte medular del TIPNIS y alteraría el ecosistema de este parque ecológico.

Es así que salen a la luz, amable lector, los antagonismos entre actores que justifican la construcción de una carretera indicando, esencialmente, que se acortarían tiempos y distancias y se incrementaría el comercio entre poblaciones, lo cual aumentaría los ingresos de las regiones beneficiadas. La otra visión, sostiene que ningún proyecto económico puede llevarse a cabo deteriorando áreas ecológicas protegidas. Ambos puntos de vista, así como los matices entre ellos, tienen fundamentos consolidados en la teoría académica y práctica.

En la realidad este hecho originó una marcha de los habitantes desde el TIPNIS a La Paz, sede de gobierno de Bolivia que duró más de dos meses y fue intervenida violentamente, causando dolor en la mayoría de la población boliviana. Esta movilización social derivó en la aprobación de una ley corta donde se establece que ninguna carretera puede pasar el TIPNIS. 

Sin embargo, esta disyuntiva aún continúa latente, ya que hace pocos días se aprobó una norma para realizar una consulta a los habitantes de esta área protegida y en la actualidad se viene desarrollando el protocolo de la misma, que deberá darse a conocerse en el próximo mes.

Por lo tanto, lo que se espera es que surjan caminos de negociación entre los agentes involucrados donde se debatan rutas alternativas, llevándose a cabo políticas públicas que beneficien al progreso y desarrollo territorial de Bolivia, teniendo en cuanta una visión integral hacia un crecimiento perdurable en el tiempo y sea más grande la cantidad de habitantes beneficiados con estas políticas públicas.


miércoles, 18 de abril de 2012

Problemas de los Acuerdos de Libre Comercio

Escrito por: Roberto Castillo, estudiante MGPP 2012

18 de abril de 2012


La globalización a traído al mudo muchas ventajas y ha obligado a los países a tener una política comercial cada vez mas abierta e interrelacionada. Como resultado de esto, el mundo ha emprendido en un agresivo curso de acción firmando acuerdos comerciales entre países. El resultado es el bien conocido plato de espagueti, donde si dibujáramos líneas que representen las relaciones comerciales legales entre los países acabáramos con un nudo casi irresoluble que complica las cosas.

En realidad, la comunidad empresarial enfrenta justamente la dificultad de desenredar estas relaciones para poder lograr una efectiva cadena de abastecimiento y exportación para lograr granar competitividad, mercados y utilidades.

Parte de las complicaciones que estas relaciones legales establecen, son acuerdos comerciales preferenciales que necesitan de un marco regulatorio que permita definir claramente qué productos serán considerados del país con el que se tiene una relación comercial. Dicho marco regulatorio, llamado reglas de origen de las mercancías, puede ser complicado, no solo por los tecnicismos que implica, sino por las normas mismas que sirven como restricciones para los empresarios.

Ante esta compleja situación, los gobiernos han optado por tratar de ir reduciendo estas barreras al comercio a través del establecimiento de cláusulas que permitan considerar insumos de un socio comercial común, utilizados por un productor en un país como originarios de este último. Así logrando mantener los beneficios que los acuerdos comerciales brindan, a pesar que bajo las reglas originalmente negociadas, estos insumos no son permitidos ya que no están cubiertos por el marco regulatorio formal.

El problema general se establece en que si bien los países desean simplificar sus relaciones comerciales para hacerlos mas amplios e inclusivos para otros socios, no es posible hacer esto simplemente estableciendo acuerdos nuevos por los costos políticos y los tiempos implicados en cada proceso de negociación. Las alternativas resultantes son reformar los acuerdos comerciales vigentes para permitir esta flexibilización y así poder atender los deseos de las comunidades exportadoras e importadoras, pero esto es complejo por los mismos marcos legales en los que se circunscriben.

No obstante lo anterior, existe un caso donde se ha podido conseguir una solución a este problema dentro del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana. Es importante mencionar que esta solución es de un alcance limitado por relacionar únicamente la producción de insumos textiles mexicanos utilizados en una prenda o confección elaborada en Centroamérica o República Dominicana y exportada hacia los Estados Unidos bajo una cuota y viceversa.

Soluciones creativas como esta dan un paso mas en firme hacia lo que se esta tratando de realizar por parte los la comunidad internacional en estos momentos y si bien no brindan una solución completa, pueden servir como referentes a futuro, especialmente en el marco de las nuevas relaciones comerciales multilaterales que se estan negociando en foros como el Arco Pacífico o el ‪Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica‬, los cuales son los nuevos tratados comerciales, o como llamados por otros acuerdos de nueva generación.

No obstante, ninguna solución que se produzca en el marco de cualquier acuerdo comercial podrá ser algo que provea una receta genérica que solucione este problema. En cualquiera de los casos, la mejor respuesta será aquella que sea técnicamente viable y políticamente factible para los intereses comerciales de los socios que se vean involucrados en esas y cualquier otra negociación. Otra manera de decirlo, es que la solución, como todo en economía, "depende", depende de las personas, intereses, factibilidad y demás.


lunes, 16 de abril de 2012

La Cumbre de las Américas


LAS CUMBRES DE LOS AMERICANOS, Por @EstebanLuceroV
Desde 1994, en que Bill Clinton como Presidente de los Estados Unidos ofició como anfitrión en Miami de la Cumbre de las Américas, esta cita hemisférica se ha reunido regularmente cada tres años en uno de los países americanos. Con posterioridad a Miami, los Presidentes de las Américas se reunieron en Santiago de Chile, Québec, Monterrey, Mar del Plata y Puerto España.

En esta ocasión (2012) le tocó el turno a Cartagena de Indias, en Colombia

En la primera cita hemisférica los Estados Unidos propusieron a los demás países del continente la conformación de un gran Acuerdo de Libre Comercio para las Américas, como respuesta a la configuración de un mundo globalizado de bloques económicos. También, como mecanismo –el comercio- más eficaz para promover la prosperidad y el desarrollo en el continente. La preeminencia de gobiernos democráticos en la región, como en pocas ocasiones anteriores en el continente, particularmente en América Latina, abría un muy propicio espacio de diálogo político entre los gobiernos y, al mismo tiempo, se convertía en un elemento fundamental para el relacionamiento político entre los países americanos.

No obstante lo promisorio de la iniciativa de congregar cada tres años a los Presidentes de los 34 países americanos, las asimetrías fundamentalmente económicas y sociales entre los países del norte, particularmente los Estados Unidos y Canadá, y los países del sur, los latinoamericanos y del Caribe, abría también una brecha de desigualdad difícil de corregir en el corto y mediano plazos. Mientras en los Estados Unidos y Canadá se viven las condiciones propias del llamado Primer Mundo (altos niveles de ingreso por persona, elevados estándares de cobertura y calidad de servicios sociales, sólidas instituciones públicas y privadas),  en América Latina en cambio los lastres de la pobreza, la desigualdad y la corrupción la han caracterizado tradicionalmente como una región del Tercer Mundo.

Por ello, los propósitos iniciales se han ido cumpliendo más que por los deseos de los gobernantes por las condiciones objetivas de cada país y por las oportunidades que los gobiernos han sabido o no aprovechar en su momento. Se han suscrito por ejemplo acuerdos de libre comercio a nivel de los países del norte (el NAFTA entre EE.UU., Canadá y México), los EE.UU. han firmado tratados de libre comercio (TLC) con Chile, Perú, Colombia y Panamá. Los países Centroamericanos y del Caribe se han integrado en torno al Caricom. Venezuela dejó en 2005 la Comunidad Andina de Naciones y ha hecho repetidos y aún fallidos intentos por incorporarse al Mercosur, liderado por Brasil y Argentina. La UNASUR, concebida inicialmente para amalgamar a la CAN y el Mercosur, ha devenido en un foro fundamentalmente político

Pero, por otro lado, varios países de América han hecho apuestas comerciales por fuera del continente. Así, la mayoría de los países de la Cuenca del Pacífico se han volcado a una alianza con los países asiáticos agrupados en el APEC; Brasil hace parte del grupo de economías emergentes en torno a los BRICS (con Rusia, India, China y Sudáfrica); Chile, Colombia y Perú han firmado tratados de libre comercio con Europa.

En 18 años las realidades económicas han cambiado para bien en el caso de la mayoría de los países latinoamericanos. Impulsados por el notable crecimiento de la que hoy es la segunda economía mundial (la República Popular China), los países de América Latina viven una bonanza de exportación de sus materias primas y, por ese mismo hecho, un proceso en el cual vuelven a cobrar una mayor importancia los sectores de extracción de recursos naturales y agropecuarios. Por el contrario, los países del norte, particularmente los Estados Unidos y Europa, tradicionales mercados de destino de las exportaciones latinoamericanas, viven una profunda crisis financiera que ha repercutido en su producción y dinamismo comercial.
 
El momento actual (léase la presente década) ofrece un escenario muy prometedor para las Américas, pues Estados Unidos ha visto comprometida su hegemonía en el mundo y América Latina emerge como una región con grandes posibilidades de crecimiento. Los Presidentes en Cartagena han acordado trabajar en cinco temas: la gestión de riesgos; la seguridad ciudadana; la infraestructura; las tecnologías de la información y la comunicación; y, las políticas sociales. Del énfasis que se ponga en el trabajo en estos cinco temas dependerá que estas citas hemisféricas tengan continuidad en el tiempo y aseguren una verdadera alianza para el progreso.  

martes, 10 de abril de 2012

Algunos papeles viejos de la Universidad de Chile en el Desarrollo

Fredy Gómez, Economista. MGPP 2012.

En 1946, dos años antes que naciera la CEPAL, Ricardo Cox  criticaba el papel de la Corfo al darle un tratamiento preferencial a la importación de capital en Chile, Salazar (Historia Contemporánea de Chile P .61). La Corfo, de acuerdo a Pinto, en sus Antecedentes de sobre el Desarrollo de la Economía Chilena, fue un instrumento de desarrollo industrial creado en 1939, el primero en Latinoamérica cuya vigencia daría forma al estado desarrollista.

La Universidad de Chile jugo varios papeles en ese proceso. Por una parte, a través de la revista panorama económico, que estuvo bajo el amparo de la universidad, socializó mucho de las ideas de economistas Chilenos, posteriormente su director paso a ser director de la subsede de Cepal en Rio de Janeiro, continuando como profesor de la escuela de graduados (Wikipedia).

Por otra parte, siguiendo a Salazar, fue un estudio de 1956, realizado por el Instituto de Economía de la Universidad de Chile, el que confirmó los logros del desarrollismo, específicamente informó sobre la duplicación del ingreso nacional en 15 años (1940-1955), sobre la base de dicho estudio se hicieron diversos de análisis, entre los cuales se encuentra “Chileun caso de desarrollo Frustrado” y, de acuerdo a Salazar, se habló de estrategias de desarrollo con un eje principal: La Corfo.

Si bien estos viejos papeles ocurrieron entre los 30s y 50s, el papel continúo de forma activa en la década de los 60, pero fue en los 70s cuando sobre las cenizas de los viejos papeles, otra universidad retomó las asesorías al gobierno en estrategias de desarrollo, o de mercado, por un tiempo, desde luego.