lunes, 21 de mayo de 2012

Economía política:
Nacionalización de la Empresa Transportadora de Energía Eléctrica (TDE) en Bolivia


Patricia C. Quintana Jaldin
Magíster en Gestión y Políticas Públicas  
Economista y Socióloga

Durante los últimos años, cada 1ro. de Mayo (Día del Trabajador), ya son habituales las “nacionalizaciones” de alguna empresa privatizada en la década de los 90’s en Bolivia. Estas empresas corresponden a sectores estratégicos de la economía boliviana tales como hidrocarburos, energía eléctrica y telecomunicaciones.

Este año, no fue la excepción y se nacionalizó la Empresa Transportadora de Energía Eléctrica (TDE) operada por la empresa Red Eléctrica Internacional S.A.U., subsidiaria de Red Eléctrica de España, previamente, la empresa TDE fue privatizada en 1997 a favor de la empresa española Unión Fenosa, la que en el 2002 transfirió su paquete accionario a la empresa Red Eléctrica Internacional S.A.U. La TDE tiene un capital bruto de 228 millones de dólares y poseía el 73% de las líneas de transmisión del Sistema Nacional Interconectado en Bolivia.

Es indudable que las decisiones soberanas de cada nación se deben respetar, es así que en este espacio amable lector, deseo, en primer lugar, compartir la forma en la que se hizo esta “nacionalización”. Las características de este proceso se encuentran normadas, en el D.S. 1214 de 01/05/2012, donde se destaca que la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) (empresa pública encargada de la cadena de producción del sector energético boliviano) deberá pagar el monto total del paquete accionario a la empresa Red Eléctrica Internacional S.A.U. como resultado de un proceso de evaluación en un plazo de 180 días, a partir de la publicación de este D.S, por lo tanto, en una primera instancia se puede decir que no fue una expropiación o confiscación, sino que de alguna manera se otorga una señal sobre el cumplimiento de pago.

Posteriormente, será importante realizar un seguimiento sobre las principales variables que marcarán el desarrollo del sector energético en Bolivia, principalmente, la transparencia en todos los procedimientos, esto definirá las diferentes inversiones en esta actividad económica y será una señal esencial en el comercio internacional. Igualmente, no se puede dejar de lado la gestión pública de esta empresa que definirá el comportamiento a largo plazo de esta medida. De esta forma, en futuras columnas se considerarán estos aspectos relevantes en las políticas públicas con la finalidad de evaluar estas decisiones soberanas.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Profesores de mercado

Máximo Quiero. GPP 2011.
Los resultados de la Prueba Inicia no han dejado indiferentes a quienes tienen algún poco de preocupación por la educación del país. El que un 69% de los estudiantes de pedagogía, que están egresando de las diferentes Instituciones de educación superior, obtengan una calificación insuficiente, es grave. Si bien el que tengan las competencias no asegura que sea un buen docente, el que no las tengan sí asegura que no podrán enseñar a sus futuros estudiantes algo que el profesor mismo no domina.
¿No hay un proceso de acreditación obligatorio para las carreras de pedagogía? Sí. Existe un proceso de acreditación obligatorio que, según datos del año 2010, dice que más del 95% de las pedagogías que se someten al proceso son acreditadas por un promedio de 3,3 años. No hay ser mago para inferir que algo no está funcionando.
La evidencia es clara: tenemos un sistema de educación superior de mercado, donde quien tiene algo de recursos puede abrir una Institución de Educación Superior, crear carreras, diseñar mallas curriculares sin supervisión ni regulación alguna. Por otro lado existe un sistema de acreditación laxo, que funciona bajo la misma lógica, donde agencias acreditadoras con criterios subjetivos evalúan a la carrera que lo solicita.
Dentro de este sistema existen profesionales que son parte clave del sistema y que hasta el momento no han dado mucho que hablar: los llamados profesores taxis. Profesionales que son en términos prácticos insumos de las Instituciones, que hacen algunas “carreritas” a la semana y a fin de mes emiten una boleta por las horas docentes ¿y las horas de preparación de clases, de corrección de trabajos? Eso no se paga, por supuesto: se hace fuera de la Universidad y seguramente debe ser un tiempo menor.
Obviamente durante los meses de verano no hay boleta porque los estudiantes están de vacaciones y si la Institución estima que el docente no hará un curso el próximo semestre, simplemente no lo llaman ni le escriben, para qué gastar tiempo en eso, el mercado funciona así. ¿Darle las gracias por los cursos dictados? No tiene sentido, él recibió un salario por eso.
Eso no es todo. Hay instituciones que abiertamente le piden a sus docentes que bajen el nivel de exigencia para así no tener problemas con los padres (que están pagando o se están endeudando por un servicio para su hijo) o bien para no sobresaturar las aulas y así tener espacio para aceptar a los nuevos estudiantes que ingresan año tras año. ¿Qué tal? Hay profesionales que deciden no aceptar esto y renuncian, pero otros aceptan y siguen saliendo profesionales al mercado. Bajo estas condiciones, se entenderá que resulta prácticamente imposible realizar investigación alguna y  proyectos con estudiantes. Responder consultas queda a criterio y disponibilidad del profesor.
No todo es negativo. Dependiendo de la institución, hay procesos de evaluación docente donde los propios alumnos son los que evalúan el desempeño del profesor. El recibir el reconocimiento o la crítica de los alumnos resulta en un proceso de crecimiento del profesional. Este proceso claramente importa a la institución, es la única instancia que tiene para saber lo que está haciendo el docente en el aula pero…no tanto. Si llega un nuevo taxi, modelo del año con algún postgrado por ejemplo en literatura, aunque vaya a enseñar biología, hace que la evaluación ya no importe tanto, no ve que la institución tiene que acreditarse y el mercado es cruel, sirve más el que tiene postgrado y punto. Así, el profesor con buena evaluación se quedará esperando un email o una llamada que nunca llegará.
Los ejemplos abundan y podría extenderme latamente. La idea no es exponer que los profesorespart-time no pueden ser parte de la educación superior, de hecho creo que son necesarios (en algunas áreas más que en otras), brindan conexión entre la teoría y la práctica que resulta enriquecedora para los alumnos y para ellos mismos. No obstante, la forma de proceder de muchas instituciones revela las motivaciones y objetivos de quienes las dirigen.
Es claro que en la educación los profesores juegan un rol fundamental; el que haya instituciones con plantas docentes mínimas y más del 75% de los profesores a honorarios hace que la enseñanza quede entregada al mercado y, con esto, a sus fines.De esta forma se pierda el foco de lo realmente relevante, que es generar profesionales competentes, con criterio y sentido común, que sean un aporte a la sociedad y se centra todo en reclutar alumnos con buenos puntajes, profesionales con hartos postgrados para dicten algún curso y así tener una mejor acreditación y diseñar y obtener espacios publicitarios claves que permitan obtener ventaja frente a la competencia.
Pretender que con un sistema con estos iniciativos y esta lógica de fondo se formen profesionales de excelencia, está más cerca de la utopía que de la realidad.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Lo que no hemos aprendido de la organización comunitaria

Fredy Gómez, MGPP 2012.

En esta semana han sido tema de opinión pública varios sucesos relacionados a políticas en las comunidades. Desde Barillas en Guatemala, hasta Aysen, pasando por todo el territorio Mapuche, existen similitudes considerables en dichos procesos; me gustaría ver esas  similitudes y compararlas con aquellos discursos de las manifestaciones de organización comunal como expresiones de salvajismo, de incapacidad para respetar el estado de Derecho y en algunos casos como terrorismo. A mi juicio, tales razonamientos, en parte,  surgen por el desconocimiento de las capacidades de las comunidades para auto gestionarse.

En general, la gestión de bienes comunes por parte de las comunidades es más eficiente que otras formas de organización pública. En su reciente publicación* sobre uso de bienes comunes, Elionor Ostrom, premio Nobel de Economía, analiza varios casos en Bolivia, Perú y Guatemala. En general, cuando se utiliza un mecanismo de administración comunal se logran mayores beneficios sociales que un mecanismo dirigido desde el centro. En parte, esto ocurre porque las comunidades desarrollan mecanismos de gestión complejos y bajo mecanismos de adaptación y aprendizaje logran acuerdos sostenibles. En general una fuerza extraña a este sistema, por ejemplo un gobierno central que busque intervenir, suele ser más ineficiente.

Por otra parte, la gobernanza en las comunidades permite abandonar la idea de un orden centralizado y jerárquico.  Para Europa, Marks ha propuesto, coherente con lo observado en los últimos años, considerar el gobierno como un conjunto de niveles. Entre estos niveles se encuentra lo local, el cual ha mostrado ser más eficiente en la gobernanza al estar más vinculado a la población del lugar. En parte esto ha permitido que muchos problemas sean resueltos por las propias comunidades, definiendo para tal fin un estilo de gobernanza.  Esto ha propiciado que algunos países avancen fuertemente hacia el comunitarismo o el municipalismo.

De igual forma, el comunitarismo es más eficiente que la descentralización. La descentralización puede crear nuevos feudos, al moverse en una misma lógica de poder que no promueve la comunidad como centro de acción; Ostrom ha demostrado que en ciertos casos, bajo ciertas reglas, las organizaciones comunales son más eficientes que administraciones descentralizadas. En consecuencia, se debe ir más allá de la descentralización.

La democracia representativa es solo un tipo de democracia. En su Historia Contemporánea de Chile, Salazar ha indicado que todos los gobiernos en Chile, incluyendo los vinculados a la extrema izquierda,   se basan en mecanismos liberales centralizados, dado que actúan bajo una Constitución que favorece reglas poco incluyentes. En suma, ningún gobierno ha podido devolverle al pueblo el poder que en primera instancia las agrupaciones comunales le dieron para lograr su organización inicial.  De allí que la representación, en todos sus niveles y banderas políticas, esté en crisis.

En resumen, tanto en su capacidad de gestión como en su naturaleza, hay cosas de la comunidad que no se pueden obviar. En su seno se dan procesos complejos que pueden ser resueltos si se dan las condiciones para su propia autogestión, minimizando la intervención del gobierno central. Antes de emitir juicios descalificadores para los procesos desarrollados en lo local, cabe reconocer entre la diversidad de capacidades el papel de  la autogestión comunal. Por último, hay que recordar que en general las comunidades administran bienes que son de beneficio común, de los cuales las futuras generaciones extraerán las bases de su sobrevivencia. Ver con otros ojos puede llevarnos a convivir mejor.

* Analyzing decentralized resource regimes from a polycentric perspective